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¿Qué hacer si tienes dolor de estómago por estrés?

Una de las primeras acciones que deben ponerse en marcha para controlar el dolor de estómago por estrés es la relajación física. La respiración profunda y consciente pueden ser estrategias efectivas para reducir la tensión abdominal y promover la relajación.

Así mismo, incorporar prácticas de relajación muscular progresiva, ayuda a liberar la tensión acumulada en el cuerpo. Además, la identificación de las fuentes de estrés y la aplicación de técnicas de gestión del estrés, como la meditación y el yoga, pueden ser fundamentales para reducir la carga emocional que contribuye al dolor físico.

¿Por qué duele el estómago por estrés?

El dolor de estómago relacionado con el estrés es una respuesta del cuerpo a las tensiones emocionales. Cuando una persona experimenta estrés, el sistema nervioso simpático se activa, liberando hormonas como el cortisol y la adrenalina.

Estas sustancias químicas pueden afectar la función gastrointestinal de varias maneras. En primer lugar, el estrés puede aumentar la acidez del estómago, lo que puede provocar irritación y malestar. Además, la actividad muscular en el sistema digestivo puede alterarse, causando espasmos y contracciones que generan dolor abdominal. El estrés también puede afectar la microflora intestinal, contribuyendo a problemas digestivos.

Otro factor clave es la conexión entre el cerebro y el intestino, conocida como el eje cerebro-intestino. El estrés puede influir en este sistema, afectando la comunicación entre el cerebro y el tracto gastrointestinal, lo que da como resultado síntomas como dolor, hinchazón o cambios en los patrones de evacuación.

¿Qué hacer para mejorar el dolor de estómago por estrés?

Son varias las acciones que puedes poner en práctica para mejorar el dolor de estómago por estrés. Algunas de ellas son:

Cambios en la dieta y el estilo de vida

La alimentación juega un papel crucial en la gestión del dolor de estómago causado por el estrés. Evitar alimentos irritantes, como los picantes y los grasos, y optar por una dieta de fácil digestión puede aliviar la incomodidad abdominal. Además, la hidratación adecuada es esencial; puedes considerar infusiones de hierbas relajantes, como la manzanilla o la menta, para calmar el sistema digestivo. 

Así mismo, puedes incorporar la actividad física moderada, como caminatas cortas o ejercicios suaves, también puede ayudar a aliviar la tensión abdominal y promover la salud digestiva.

Si los síntomas persisten o empeoran, es fundamental consultar con un médico para una evaluación integral. Esto te permitirá descartar posibles causas médicas del dolor de estómago y proporcionar orientación sobre el enfoque más adecuado. Además, la consulta con especialistas, como un gastroenterólogo para evaluar problemas gastrointestinales o un psicólogo o terapeuta para abordar el estrés emocional, puede ser esencial para un enfoque integral de la salud.

Uso prudente de medicamentos y suplementos

El alivio temporal del dolor de estómago por estrés puede lograrse con el uso de antiespasmódicos o antiácidos, pero siempre bajo la indicación y supervisión de un profesional de la salud.

Además, algunos suplementos pueden ser beneficiosos en el manejo del estrés, como el ácido fólico o un complejo B para apoyar el sistema nervioso. Sin embargo, es crucial consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier régimen de suplementos para garantizar su seguridad y eficacia.

Establecimiento de rutinas de descanso

La incorporación de rutinas de descanso en la vida diaria puede marcar una diferencia significativa en el manejo del dolor de estómago por estrés. La idea sería establecer rutinas de descanso que incluyan un tiempo dedicado a actividades relajantes antes de dormir, como la lectura o la meditación. Asimismo, la inclusión de pausas cortas durante el día para relajarse y participar en actividades placenteras puede ayudar a reducir la acumulación de estrés.

Seguimiento 

Es conveniente llevar un registro de los síntomas y evaluar la efectividad de las estrategias implementadas.

Mantener un diario en el que registres las actividades diarias y los episodios de dolor de estómago te permitirá ajustar continuamente el plan de manejo, identificando qué estrategias son más efectivas y haciendo ajustes según las necesidades individuales.

En conclusión, controlar el dolor de estómago por estrés pasa por una evaluación integral que abarque tanto los aspectos físicos como emocionales de la persona. Las estrategias de autocuidado, los cambios en la dieta y el estilo de vida, la consulta profesional y el uso prudente de medicamentos y suplementos son elementos clave para mejorar esta condición.




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