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Guía para Meditación

La meditación es una práctica que tiene múltiples beneficios. Te contamos los mismos y te dejamos una guía para meditar facilmente en la comodidad de tu hogar o la naturaleza.

¿Qué es la Meditación?

La meditación es una práctica que se enfoca en entrenar la mente con la función de integrar una serie de beneficios a nivel emocional, físico y psíquico.

La meditación es una práctica que surge en oriente y se ha vuelto muy popular en occidente, transformando la práctica y recuperando múltiples tipos de meditación. La meditación como práctica lleva a la persona a un estado de relajación y consciencia plena, ayudando a conectar la mente y el cuerpo.

Beneficios de Meditar

Gracias a las investigaciones y a la expansión de la meditación a nivel mundial, se ha comprobado los múltiples beneficios que brinda para nuestra salud mental y emocional. Estos beneficios se harán presentes siempre y cuando mantengamos la constancia de la práctica. De todas formas, más adelante en este artículo te brindamos algunos pasos para que puedas comenzar y ver cómo te hizo sentir la práctica sugerida. 

Los múltiples beneficios de la meditación son los siguientes:

-Reconectar con nuestras emociones

-Nos genera felicidad

-Autoconocimiento

-Aumenta la inteligencia emocional

-Desarrolla la empatía

-Mejora las funciones cognitivas como la memoria y la atención

-Calma la ansiedad

-Aumenta el estado del ánimo 

-Reduce tensiones corporales

-Mejora la presión sanguínea

-Fortalece el sistema inmunológico

-Mejora el sueño

-Expande la creatividad

-Desarrolla nuestra espiritualidad

Guía para meditar en 7 pasos

La meditación es una práctica que se entrena día a día, pero hoy en día, no es tan fácil hacernos el lugar o el momento en nuestras vidas para poder practicarlo. Es necesario que podamos hacernos una pausa y respetar nuestro momento sagrado elegido para esta práctica. ¿Qué te está deteniendo para empezar a meditar? Enfocarnos en lo que nos genera la práctica, puede ser una buena forma de que se convierta en parte de nuestra rutina, ya que podremos registrar e integrar los beneficios de la misma.

Si te interesa empezar a entrenarte en esta práctica sanadora, te recomendamos que sigas los siguientes pasos de esta guía

1. Ponte cómodo: es importante, antes de ponernos en posición meditativa, que elijamos bien nuestra ropa y un lugar tranquilo que se preste de la mejor manera para tener la menor cantidad de distracciones posibles. No olvidemos que en la meditación está incluido el cuerpo, por lo que el uso de una ropa cómoda y holgada facilitará el proceso. La elección del lugar dependerá exclusivamente de tu preferencia, puede ser desde tu cuarto hasta la playa o algún parque, solo tienes que tener en cuenta lo que te distrae y evitarlo.

2. Elige la posición correcta: aunque algunas corrientes se rigidizan en que la posición tiene que ser sentados y con la espalda relajadamente recta, no existe una posición única para meditar. Recomendamos si, que el cuerpo esté en una postura natural, sin forzar articulaciones y músculos para mantenerla. El cuerpo relajado habilita la mirada hacia dentro. También, se recomienda que las manos estén en posición de apertura, con las palmas hacia arriba, para poder recibir la energía y canalizarla internamente.

3. Emplea una respiración profunda y pausada: la respiración en esta práctica es fundamental. Recomendamos inhalar pausadamente, y exhalar en el doble de tiempo, ambos por la nariz. El aire tiene que entrar y bajar hasta la zona del abdomen, para luego subir y salir. El movimiento circular de la respiración es importante y puede ayudarnos a llevar la mirada hacia dentro.  Más allá de que la respiración sea por la nariz, se recomienda dejar la boca levemente abierta, denotando una posición de apertura.

4. Atender al cuerpo: a medida que vamos automatizando la respiración podemos empezar a hacer un escaneo corporal. Atender a todas las partes del cuerpo para ir relajándolas también nos introduce en un estado meditativo. Recomendamos empezar por los pies, y continuar hacia arriba hasta la cabeza.

5. Aceptar las imágenes mentales: generalmente cuando entramos en este estado introspectivo, nuestra mente empieza a generar imágenes, pensamientos o recuerdos que pueden querer sacarnos de la relajación. El Ego es quien está actuando ahí para recuperar el control. Recomendamos no resistirse y dejar que estos pensamientos pasen libremente por nuestra mente, y así, liberarse de ellos.

6. Elije tu tiempo: el momento del día es muy importante para realizar la práctica, algunos prefieren a la mañana, otros a la noche, y algunos en la mitad del día para poder parar, aunque sea, un rato. No existe un momento predilecto, sino que dependerá de la preferencia y posibilidades de quien lo haga. Lo que sí recomendamos es que se respete el momento elegido como si fuese sagrado. Es un momento para tí. Al principio puede ser que 10 o 15 minutos diarios sea suficiente, pero la idea es que, de a poco, puedas ir aumentando tu tiempo de meditación.

7. Registra lo sucedido: Poder conectar con lo que la práctica nos hizo sentir ayudará a volver a repetirlo. Es más fácil volver a hacer algo que nos hizo bien a nuestro cuerpo y nuestra mente.

8. Crea el hábito: como muchas cosas, es necesario que esta práctica se convierta en un hábito diario para poder apreciar la cantidad de beneficios de la meditación. ¡Ya estás pronto para empezar!

Conclusión

La meditación es una práctica que genera una multiplicidad de beneficios. Es muy fácil comenzar a realizarla pero quizás, como muchos hábitos, se puede volver difícil de ser constante. De todas maneras, recomendamos enfocarnos en la cantidad de beneficios que nos genera a nivel físico y psíquico para poder reconectar con esta práctica milenaria.  No dudes en chequear la guía para meditar cuando necesites volver a empezar.

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