Para esta ocasión estaremos hablando sobre la fobia social. Es un trastorno que está bastante presente en los individuos. En esta columna te explicaremos el concepto de esta fobia y cómo poder tratarla o convivir con ella.
Antes de describir sus características, a esta fobia también se la conoce como trastorno de ansiedad social. La característica más destacada y notoria es la presencia de una ansiedad muy agravada frente a situaciones sociales y determinadas actividades en público que suele hacer que el individuo se inquiete y tienda a la evitación como mecanismo más rápido para salir de esa circunstancia. Los comportamientos más latentes en este caso son: humillación (miedo a ser humillado), vergüenza, miedo a ser juzgado, ridiculización.
-Situaciones sociales en las que la persona es o está expuesta a la mirada de otros (al ridículo, a la crítica, etc) la persona con fobia social lo vive con temor extenso.
-Miedo a que los demás descubran su ansiedad (o su dificultad) y lo ridiculicen por ello.
-Una situación que a una persona sana le puede resultar o generar nerviosismo, al fóbico le genera un temor incomprensible, paralizante y desmedido (por ejemplo: el esperar el resultado de un examen)
-En situaciones de mucha presión, el ansioso social lo vive con pánico.
-Estrés muy intenso frente a la invitación de un evento, por ejemplo: te llega la invitación de un casamiento. El fóbico piensa en cómo va a reaccionar frente a esta circunstancia durante semanas o meses antes del casamiento. A las personas fóbicas les genera mucho estrés pensar en estas situaciones llevándolo al agotamiento extremo.
Generalmente aparece sobre la mediana edad adulta. Puede tener antecedentes infantiles sobre timidez e inhibición social. El trastorno se puede ir desarrollando de manera lenta y severa así como también de manera brusca frente a situaciones humillantes o estresantes. Cabe destacar que es raro su inicio después de los veinticinco años cumplidos. Su evolución es crónica y persistente, puede que su disminución se vaya logrando durante la madurez adulta.
Por último es un trastorno con mucho costo y problemática social ya que puede afectar el ámbito laboral, educacional, afectivo y el ocio del individuo. Popularmente se suele decir que la fobia social es la “enfermedad de las oportunidades perdidas”.
A continuación mencionaremos la sintomatología física más notoria que puede presentar este trastorno.
Hiperhidrosis (transpiración excesiva y profunda)
Palpitaciones
Taquicardia (opresión del tórax)
Sensación de ahogo o falta de aire
Tartamudez
Malestar estomacal e intestinal
Insomnio
Urgencia de ir a orinar
Cefaleas
Nauseas
Si bien lo más común en los ansiosos sociales es la tendencia a la evitación y evasiones de situaciones y circunstancias sociales, existen también algunas conductas de seguridad. Para esta oportunidad mencionaremos siete de las conductas de seguridad más comunes que son:
1. Desviar la mirada
2. Consumir alcohol frente a un evento grande para disminuir el temor el estrés y poder distenderse mejor
3. Recurrir a otro para que haga o diga lo que tenes que decir vos
4. Escapar y refugiarse en algún lugar donde no te vean (un baño, un cuarto que no se frecuenta, un rincón aislado del sitio)
5. Estar permanentemente con una persona de tu confianza que genera seguridad (apegadamente por miedo a estar solo y no saber cómo reaccionar o alterarte)
6. Tomar mucha agua (a veces en exceso)
7. Evitar discusiones o intercambios de opinión, básicamente dar la razón en todo.
Hay varios tratamientos que son efectivos frente a la fobia social. Generalmente las fobias suelen ser tener buen pronóstico frente a un tratamiento. En este caso las terapias cognitivo conductuales suelen ser bastante efectivas. También las orientaciones grupales. También los tratamientos psicofarmacológicos han demostrado tener resultados positivos (siempre del asesoramiento de un profesional).
Si tienes algunos de estos síntomas y te cuesta concientizar sobre tu afección o si por el contrario, estás totalmente consciente sobre tu fobia. Pide ayuda a un profesional de la salud mental y emocional. La fobia social o trastorno de ansiedad social puede repercutir de mala manera en todos o casi todos los ámbitos de tu vida privada y diaria. Por eso mismo es importante que compartas tu dificultad con un psicólogo o psiquiatra que pueda ayudarte a superar y tratar tus percances, como dijimos anteriormente este tipo de trastorno tiene solución y es muy efectivo su tratamiento.