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¿Por qué me enojo tan fácil?

Enojarse de manera frecuente no nos conducirá a ningún buen puerto. Las relaciones que hemos cultivado comenzarán a erosionarse, las personas se alejarán de nosotros y entraremos en un círculo vicioso de emociones y manifestaciones negativas, tales como la frustración, el pesimismo y la agresividad. Para que puedas encontrarle solución a tus frecuentes estados de ira, primero te daremos las respuestas a la pregunta que seguramente te ha quitado el sueño en más de una ocasión: ¿Por qué me enojo tan fácil?

Razones que nos llevan a enojarnos con facilidad

¿Qué se esconde detrás de la propensión a manifestarse irascible? ¿Es un asunto genético o se trata del tipo de crianza que hemos tenido? Deja de preguntarte “¿por qué me enojo tan fácil?” Y encuentra las respuestas a continuación:

Incapacidad de controlar ciertas situaciones

Tus enojos frecuentes pueden deberse a que ciertas situaciones, o incluso personas, se encuentren fuera de tu control. Entrar en un estado de ira es más fácil si tienes una personalidad controladora y convives con personas que no están dispuestas a ceder a tu voluntad. A su vez, también se incrementan tus niveles de ira cuando te ocurren situaciones que no puedes revertir o encausar según tus necesidades.

Si  este es tu caso, debes saber que la solución está a la vuelta de la esquina, pero tendrás que poner de tu parte para frenar esos ataques de ira. Nuestros psicólogos en terapia cognitivo-conductual te ayudarán a modificar tu comportamiento de forma consciente hasta que finalmente te resulte tan natural mantener la calma como hoy te resulta sucumbir a tus enojos.  

Descubre las diez técnicas de la terapia cognitivo-conductual para que comprendas la versatilidad de este abordaje psicológico.

Intolerancia

Ciertos modelos de crianza, así como también el propio curso que cada personalidad toma a medida que se madura, pueden basarse en la intolerancia. Muchas personas que se preguntan: ¿Por qué me enojo tan fácil? No soportan que otras personas piensen de manera diferente a ellas o que se desempeñen en la forma contraria en la que ellas lo harían.

Enojo contigo mismo

Es probable que no lo hayas tomado en cuenta, pero detrás de la pregunta de ¿por qué me enojo tan fácil? Puede esconderse un gran enfado hacia ti mismo.

Puedes darte cuenta de que este es tu caso si lo habitual a lo largo de tu día es sentirte enojado. La molestia se fusionado tanto con tu personalidad que para ti lo habitual es experimentar tensión, ofuscación, hastío y fastidio.

Y no solo tú sufres de las consecuencias de este enojo constante, sino que las personas que te rodean se han visto afectadas al punto que han decidido alejarse de ti.

El enojo hacia uno mismo suele provenir de compararte con otras personas y sentir que los estándares a los que aspiras se encuentran demasiado alejados de ti. Es posible que tus adultos hayan sido demasiado exigentes contigo, y eso te condujo a sentir que no eres lo suficientemente bueno como para complacer a nadie, especialmente a ti.

Lo que necesitarás hacer es derribar las creencias limitantes y erróneas que ahora forman parte de tu entramado mental.

Hasta que no te reconcilies contigo mismo, tu relación con el mundo estará en conflicto, y esta clase de enojo tiene sus consecuencias psicosomáticas, ya que puede derivar en importantes problemas digestivos, en hipertensión arterial y en el debilitamiento de tu sistema inmunológico.

Caes en la trampa de la anticipación

Otra de las razones que responde a la pregunta ¿por qué me enojo tan fácil? Es la anticipación. Algunas personas viven dos realidades: la verdadera, la cual es tangible, objetiva y compartida por el resto de personas que la viven, y la interior.

La realidad interior es aquel conjunto de vivencias que solo ocurren dentro de la mente de quien las experimenta. En el caso de la anticipación, se trata de la forma en la que creemos que la otra persona se comportará.

Por lo tanto, cuando le damos vueltas a un asunto y dejamos que nuestra imaginación nos nuble la realidad, podemos llegar a anticiparnos y, en consecuencia, a enojarnos debido a la forma en la que pensamos que la otra persona reaccionará.

Estrés crónico

El estrés no es únicamente un exceso de cansancio o la sensación de sentirnos desbordados; este mal tan común en los tiempos que corren, viene acompañado de su inseparable colega: el cortisol. Esta sustancia, conocida como la hormona del estrés, se caracteriza por hacer estragos en nuestro organismo, tales como el aumento de la tensión arterial, los trastornos digestivos y la pérdida de memoria.

A su vez, el cortisol aumenta tu nivel de energía, ya que así podrás lidiar con el estrés de manera más efectiva. Y aquí encontramos la última respuesta a la pregunta ¿por qué me enojo tan fácil? Un exceso de energía te vuelve más propenso a los enojos constantes, incluso a aquellos cuya razón nunca terminas de entender. Lo peor del enfado por estrés es que por cada minuto que permaneces enojado, el cortisol se quedará en tu sangre durante cinco horas.

El círculo vicioso habrá comenzado.

Conoce aquí nuestra lista completa de terapeutas y coordina una entrevista con el que más se ajuste a tus necesidades. La vida puede ser más tranquila a partir de mañana… ¡No te enojes!

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