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¿El dinero compra la felicidad?

Una pregunta que genera una enormidad de grietas en la sociedad. Hay personas y grupos de personas que tienen o creen tener la certeza de que la felicidad no se compra con el dinero, mientras que otras personas o grupos de personas tienen la certeza de que la felicidad y el bienestar si se compra con el dinero. Durante esta columna responderemos esta pregunta.

Cuestión de creencia

Perfectamente es una cuestión de creencia. Pero si analizamos bien el panorama de las cosas que nos hacen felices, ¿cuántas de ellas no las compra el dinero?

El afecto familiar, quizás la más antigua y de las pocas cosas que dinero no compra. Pero si tu felicidad va más allá del afecto de tus padres o tus relaciones personales, concientizamos que para todo ello se precisa dinero. La televisión, el ir al club, el tener un instrumento musical, el irte de vacaciones, el mantener un negocio, el irte de viaje y para todo lo que conforma el mundo material, se necesita dinero para comprar y pagarlo. Quizás se trate más bien de un equilibro entre lo material y lo afectivo.

¿El dinero brinda felicidad?

Podemos concluír que muchas experiencias en este mundo material precisan dinero para poder ser realizadas ¿Esto quiere decir que es causante de la felicidad? No precisamente. De hecho, quizás la felicidad se conecta con el dinero de forma simbólica, ya que este te puede brindar libertad y comodidad que son aspectos profundos para vivir en armonía con nuestras vidas. Veamos que dicen los estudios científicos sobre el tema.

Estudios sobre el tema

Hubo dos estudios importantes o muy destacados sobre este tema. El primero se realizó en el año 2010 y el otro  se realizó o se terminó de realizar recientemente en este 2021. En esta ocasión mencionaremos brevemente que concluían estos dos estudios sobre dinero y felicidad.

Investigación 2010

Durante el año 2010 el psicólogo Daniel Kahneman y el economista Angus deaton, realizaron un estudio sobre si el dinero compraba la felicidad. Lo curioso de sus conclusiones fue que encontraron que el bienestar y la satisfacción emocional aumentan con los ingresos. Pero a medida que crecen los ingresos de una  persona de manera rápida, el bienestar emocional o felicidad aumenta de manera más lenta. La conclusión general fue que los ingresos altos compran la satisfacción pero no la felicidad ya que esta se va estancando a media que los ingresos personales crecen.

Investigación 2021

Recientemente un miembro de la Wharton School de la universidad de Pensilvania, llamado Mathew Killingsworth, viene haciendo un largo trabajo siguiendo el tema de la felicidad. Esta persona cuestiona un poco los hallazgos del año 2010 y a su vez creó una herramienta en modo de aplicación que se llama: Track your Happiness. La conclusión del estudio de Killingsworth confirmó que la satisfacción con la vida y el bienestar que el individuo experimenta, aumenta con los ingresos y a su vez a medida que sube el ingreso de una persona, sube su bienestar (contrario al estudio anterior).

Algunos altercados entre el dinero y la felicidad

Muchas veces sucede que frente a tragedias, por más dinero que se tenga, la felicidad se ve perjudicada. Esto sucede cuando se pierde un afecto. Por ejemplo: el dinero no compra la vida, si tenes un muy buen pasar económico pero sufriste una fuerte tragedia como lo es la muerte temprana de algún familiar, el dinero no puede devolver la vida y probablemente tu felicidad se vea afectada.  Como dijimos al principio de la columna, el dinero no compra los afectos. 

Conclusión

Podemos decir que aunque el dinero no compre la felicidad si es un aspecto importante en nuestra vida. Este puede generar satisfacción y bienestar ya que nos permite conectar con el mundo material que aunque no lo es todo, es una gran parte importante de la vida cotidiana. Recuerda que también trabajar lo interior, es fuente de felicidad y para eso el dinero no entra en juego. 

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